En anteriores publicaciones, hemos hablado de las razones para ser vegetariano, sus beneficios y las bondades de uno de los componentes más importantes de la alimentación vegetariana, la soya, no sólo por su valor nutricional, sino su delicioso sabor y por la gran versatilidad que tiene a la hora de cocinar.
Pero, en esta y próximas publicaciones, nos ocuparemos de un tema muy importante: CÓMO ser un vegetariano saludable.
Así entonces, la primera temática que abordaremos, es la transición, como aquel momento en el que después de haber evaluado las circunstancias de salud de cada uno, las implicaciones ecológicas y económicas del consumo de carne y de haber explorado la cantidad de beneficios que nos trae ser vegetariano, tomamos la decisión de cambiar nuestros hábitos alimenticios: SACAR LA CARNE DE NUESTRO PLATO.
Esta determinación, puede ser difícil, especialmente cuando todas las personas que nos rodean, son consumidoras de carne, de ahí la importancia de aprender sobre alimentación vegetariana y participar de nuestra propia comida.
Es importante tener en cuenta que, mucha gente se hace vegetariana de la noche a la mañana, mientras que otras hacen el cambio gradualmente. Haz lo que funcione mejor para ti.
1. Comienza por “vegetalizar” comidas que ya comes: cocina empanadas vegetales, paella vegetariana y arroz con leche. Reemplaza la carne en recetas favoritas por croquetas de lentejas, rollo de gluten o rollo de garbanzos, que actualmente se consiguen en los diferentes supermercados o restaurantes vegetarianos.
2. Lee las etiquetas. Muchas de las sopas en lata que probablemente ya tomas son vegetarianas. Muchos panes, galletas saladas y dulces, pastelitos dulces, cereales, sopas, aderezos para ensalada, salsas para pasta, margarinas y dulces no contienen ingredientes animales.
3. Prueba imitaciones de carne. En los supermercados y tiendas de alimentos naturales ya es muy fácil conseguir hamburguesas vegetarianas, “jamón”, “perros calientes”, “pavo” y “chorizos” hechos de soya y otros ingredientes sin carne. Prueba diferentes marcas para decidir cuál es tu favorita.
4. Explora las tiendas naturistas de la ciudad, allí encontrarás maravillosos productos que no sabías que existían: entradas de pasta y salsas para el microondas, productos de imitación a la carne que pueden utilizarse en tus recetas favoritas.
5. Explora la gran cantidad de alimentos vegetarianos populares en otros países, como el humus, el curry de verduras, el falafel (deliciosas “albóndigas” del Medio Oriente), el tempe, seitan y otros productos vegetarianos.
¡Busca en tu supermercado!
Las frutas, jugos, vegetales, nueces, mantequilla, arroz, maíz, granos, frijoles, las aceitunas y la mayoría de las jaleas no contienen productos animales. Tampoco los panes, galletas saladas y dulces, pastelitos dulces, cereales, sopas, aderezos para ensalada, salsas para pasta, margarinas y golosinas.
No necesitas fuerza de voluntad. Existen fabulosos productos de imitación para satisfacer tus deseos. La mayoría de los supermercados ahora venden lo básico, incluyendo salchichas y hamburguesas vegetarianas, y las tiendas naturistas venden aún más: desde salchichas de soya hasta tofu ahumado. Todos tenemos gustos diferentes, así que no te rindas si el primer producto imitación no te apetece. Si no puedes encontrar lo que buscas, pregunta.
No necesitas fuerza de voluntad. Existen fabulosos productos de imitación para satisfacer tus deseos. La mayoría de los supermercados ahora venden lo básico, incluyendo salchichas y hamburguesas vegetarianas, y las tiendas naturistas venden aún más: desde salchichas de soya hasta tofu ahumado. Todos tenemos gustos diferentes, así que no te rindas si el primer producto imitación no te apetece. Si no puedes encontrar lo que buscas, pregunta.
¿Quién no se aburriría?
La mayoría de los nuevos vegetarianos descubren con sorpresa que ahora tienen más opciones culinarias que antes. Por ejemplo, muchos agregan platos de Tailandia y la India (el curry es uno de los favoritos), tofu frito y cazuelas vegetarianas al menú diario. Y gracias a las imitaciones de carne, los vegetarianos todavía pueden disfrutar de sus platos favoritos. Para ideas de recetas, pide prestado o invierte en algunos buenos libros de cocina vegetariana.
Explorar todos estos aspectos puede ayudarnos a que la transición no trastorne nuestro metabolismo, ni afecte las relaciones interpersonales, por las supuestas limitaciones de la alimentación vegetariana.
Lo mejor de todo y lo más importante, es que de aquí en adelante se nos abre un mundo de sabores, texturas, olores y colores, que siempre van a gratificar nuestro organismo, manteniéndonos saludables.
Por último, una receta sencilla, para aquellos que quiera comenzar a experimentar las delicias del Arte de la Cocina Vegetariana:
Sopa de soya
1 zanahoria grande
½ kilo de papa criolla
½ kilo de papa Capira
1 tallo de apio
1 pimentón fresco pequeño
2 hojas de laurel
1 cucharada de cúrcuma y sal
Preparación
Remojamos la soya por 12 horas, al día siguiente la juagamos bien, y la ponemos a cocinar con el laurel, la cúrcuma y la sal, por espacio de 20 minutos. Luego le agregamos los demás ingredientes y cocinamos por 20 minutos más.
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